Después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, alzara la voz por la emergencia internacional que suponen los incendios forestales de la Amazonía y anunciara su oposición a un acuerdo comercial con el Mercado Común del Sur (Mercosur) debido a este tema, el Reino Unido se une a los críticos que condenan la inacción del Gobierno brasileño para detener el fuego que está arrasando el “pulmón del planeta”.
Al paralelo, se produjeron numerosas manifestaciones contra Jair Bolsonaro en Europa. En París (capital de Francia), Ginebra (Suiza) y Londres (capital británica), los activistas portaron pancartas y gritaron contra los Gobiernos escépticos del cambio climático, que están llevando a la Tierra al borde de la autodestrucción.
Tal vez las presiones han podido con el presidente brasileño. Al menos en palabras, ha dicho que está analizando la posibilidad de enviar al Ejército para controlar el fuego en la Amazonía. Y no es que le preocupe el tema, sino que está molesto por las críticas.
Bolsonaro ha dicho en reiteradas ocasiones que las leyes de protección de la Amazonía son un escollo para el desarrollo económico de Brasil y privan al país de enormes terrenos y recursos como madera.
Los incendios en Brasil aumentaron 85 % en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2018. Datos satelitales reflejan que hasta el 22 de agosto hubo 76 mil 720 puntos de incendio.
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