"Vamos a entrar más fuerte, a hacer una reocupación. Vamos a fortalecer, colocando más policías", dijo la noche del domingo Luiz Fernando Pezao al programa Fantástico de la TV local Globo.
De acuerdo con informes, otros 1100 efectivos policiales serán enviados a la zona para incrementar la seguridad del Complejo de Alemao y Complejo de Penha, ocupados desde 2010 por los 2170 miembros de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP).
Los grupos narcotraficantes que siempre eran activos en esa región, aunque de forma discreta, han recobrado fuerza en los últimos 5 años. Los residentes de estas regiones pobres conviven con tiroteos prácticamente a diario en los últimos tres meses después de que la Policía ha aumentado sus operaciones antidrogas.
El jueves, durante un intercambio de fuego entre efectivos de policía y un grupo de narcotraficantes murió Eduardo de Jesus Ferreira, de 10 años, luego de recibir un balazo, según la Policía. Sin embargo, la familia del niño responsabiliza a las fuerzas del orden.
Con la muerte de Eduardo ya son 18 los niños víctimas de balas perdidas en enfrentamientos entre policías y narcotraficantes en las favelas entre 2007 y 2015, indican cifras de organizaciones no gubernamentales.
La muerte del niño provocó varias manifestaciones el viernes y el sábado en el complejo de favelas de Alemao.
En este mismo sentido, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó, en un comunicado oficial, su “solidaridad y sentimiento” con los padres del fallecido niño y pidió que “las circunstancias de esta muerte sean aclaradas y los responsables castigados”.
De acuerdo con la Coordinadora de la Policía Pacificadora del país, durante las últimas 48 horas, siete personas han recibido heridas de bala y también se reportaron cuatro víctimas mortales en los choques entre agentes del Comando de Operaciones Especiales (COE) de la Policía y narcotraficantes en el complejo de favelas de Alemao.
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