En un acto, celebrado el sábado en la ciudad de Sucre, por el 198.º aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas de Bolivia, el mandatario Arce lamentó que “algunos malos militares” hayan contribuido en el golpe de Estado contra el entonces presidente Evo Morales en 2019.
Por ello, el presidente aseveró que “las Fuerzas Armadas nunca más deben ser parte de golpes de Estado ni de rupturas constitucionales. No deben ponerse a las órdenes de ninguna potencia hegemónica, ni recibir armamento de otros países y municiones para reprimir al pueblo boliviano”.
Además, llamó a las Fuerzas Armadas a recuperar “la confianza del pueblo” para poder avanzar la democracia intercultural y en el marco de un Estado Plurinacional “descolonizado, despatriarcalizado, libre de racismo, de opresión y discriminación”.
El dignatario aseguró que el pueblo boliviano espera caminar junto a las fuerzas armadas y remarcó que los bolivianos jamás irán a tocar las puertas de cuarteles para pedirles que “conspiren contra la democracia”.
"Las Fuerzas Armadas deben recuperar la confianza del pueblo humilde del cual provienen para avanzar en la consolidación de la democracia intercultural y del Estado Plurinacional de #Bolivia", manifestó el primer mandatario, desde #Sucre. pic.twitter.com/ZjRcjLcgLX
— Agencia Boliviana de Información (@abi_bolivia) August 7, 2021
Arce también puso de relieve la importancia del momento que vive Bolivia tras recuperarse gradualmente de los daños económicos y sociales causados por el gobierno de facto, instalado tras el golpe contra el Gobierno de Morales. Según Arce, Bolivia está retomando el camino de la revolución democrática y cultural iniciado en 2006 por los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS)
Anteriormente, el presidente en las celebraciones por Día de la Independencia prometió ante la Asamblea Legislativa superar las crisis socioeconómica y sanitaria causadas por el gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez, y adelantó que Bolivia llegará a su bicentenario habiendo superado todos los problemas actuales.
Tras el triunfo electoral de Morales en las elecciones presidenciales de 2019, la oposición no aceptó el resultado e inició una serie de protestas, con el apoyo de jefes policiales y militares, por lo que el mandatario renunció para evitar el derramamiento de sangre en las calles.
Morales denuncia que los hechos de 2019 en su contra constituyen un “golpe de Estado” orquestado por la oposición, respaldada a su vez por la Organización de Estados Americanos (OEA) y EE.UU.
nsh/ncl/rba
