• El líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama.
Publicada: jueves, 28 de mayo de 2015 18:18

El líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama, ha urgido a la líder opositora birmana, Suu Kyi, a tomar medidas coherentes sobre las atrocidades cometidas contra los musulmanes rohingyas.

"El caso de Myanmar (Birmania) es muy triste. Espero que la premio Nobel de la Paz,  Aung San Suu Kyi, pueda hacer algo" al respecto, ha declarado este jueves Lama, en el exilio desde 1959 en La India.

Hay algo que está mal con la manera de pensar de la humanidad. En última instancia, tenemos una falta de preocupación por la vida de los otros, por el bienestar de los otros", apostilla Dalai Lama.

Asimismo, ha afirmado que ya ha tratado un par de veces el asunto con Suu Kyi, quien ha sido criticada por activistas de derechos humanos por su silencio ante los crímenes perpetrados contra musulmanes rohingyas.

Aung San Suu Kyi, líder opositora birmana

 

“Mantener silencio ante un genocidio es complicidad y lo mismo sucede con Aung San Suu Kyi”, escribió a principios de este mes en curso, Penny Green, profesor de Derecho en la Universidad de Londres, en un artículo de opinión.

Asimismo, lamentó que ella prefiere no desafiar “el racismo y la islamofobia, dos asuntos que caracteriza el discurso político y social de Myanmar”.

El líder espiritual, también, ha sostenido que ha visto dos veces a Suu Kyi "primero en Londres (el Reino Unido) y luego en la República Checa. He planteado este problema” y me respondió que se trata de un asunto complicado.

Lama, a su vez, ha expresado su esperanza de que Suu Kyi pueda eventualmente encontrar una manera de poner fin a la difícil situación que vive la comunidad musulmana.

"No es suficiente decir: ¿cómo puedo ayudar a esta gente?", ha apelado Lama al considerar que "hay algo que está mal con la manera de pensar de la humanidad. En última instancia, tenemos una falta de preocupación por la vida de los otros, por el bienestar de los otros".

Los 1,3 millones de musulmanes rohingyas, que según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) forman la minoría “más oprimida” del mundo, ante la miserable situación de vida en Myanmar optan por huir arriesgando su vida en peligrosos viajes marítimos.

Inmigrantes rohingyas en una embarcación frente a las costas de Tailandia

 

Desde el año 2012, los rohingyas que viven en Myanmar son blanco de constantes ataques de budistas extremistas.

El pasado 21 de mayo, cientos de activistas malasios y refugiados rohingyas se congregaron frente a la embajada de Myanmar en Kuala Lumpur, capital malasia, para condenar la discriminación que sufre esta minoría musulmana en el país de mayoría budista.

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