El viernes, un grupo llamado “Juventud de las Colinas”, de extrema derecha sionista se unió al llamado del miércoles del ministro ultraderechista de finanzas israelí, Bezalel Smotrich, para “borrar al pueblo de Huwara del mapa”.
La ideología de la Juventud de las Colinas
En la ideología de la Juventud de las Colinas, los palestinos están “violando la Tierra Santa”, por lo tanto, deben ser expulsados.
Entonces, proceden a apoderarse de la tierra de los palestinos sin ningún procedimiento oficial: establecen un campamento en la cima de cualquier colina y luego reclaman la tierra cercana, ya sea cultivada por palestinos o no, y arrancan los árboles palestinos disparando al aire si algún palestino se acerca al lugar.
Smotrich apoyó a los cientos de colonos israelíes que irrumpieron violentamente el domingo en Huwara y quemaran decenas de autos, tiendas y casas, arrojaran piedras a los conductores palestinos.
Entre tanto, organizaciones han condenado a nivel internacional el recrudecimiento de las medidas israelíes contra los palestinos. El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció el viernes que la propuesta de Smotrich constituye “una declaración insensata de incitación a la violencia y a la hostilidad”.
Una delegación de diplomáticos europeos que inspeccionó los daños en la zona enfatizó que “es necesario llevar ante la justicia a quienes cometen crímenes contra los palestinos y poner fin a la violencia de los colonos”.
De acuerdo con la agencia de noticias WAFA, se anunció el arresto de 10 colonos tras el asalto, en un intento del gabinete de extrema derecha de Benjamín Netanyahu por mejorar su imagen ante la opinión pública mundial; sin embargo, ya ocho fueron liberados.
Para las autoridades palestinas la puesta en libertad de dichos colonos refrenda la participación del gabinete sionista en los crímenes contra los palestinos.
Asimismo, la Cancillería palestina reclamó el viernes a EE.UU. arrestar al extremista israelí David Ben Zion, quien se encuentra de visita en ese país, por incitar al ataque.
Las fuerzas israelíes tienen un largo historial largo en destruir viviendas, incluso aldeas enteras de los palestinos, lo que confirma que Israel es un régimen de apartheid, tal como lo denuncian expertos en derechos humanos.
“A la amenaza constante de desalojo forzoso, demolición y traslado forzoso se ha añadido recientemente una alarmante escalada de los ataques contra la población palestina en sus hogares y localidades de residencia en toda la Cisjordania ocupada”, afirmó en su día Heba Morayef, directora regional de la oenegé Amnistía Internacional para Asia Occidental y el Norte de África.
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