Según informa este martes el periódico israelí Haaretz, citando a la compañía estadounidense de ciberseguridad FireEye que ha estado monitoreando este tipo de acciones desde 2019, este es el primer caso documentado de un ataque chino, a gran escala, contra Israel.
Los objetivos en los territorios ocupados por Israel incluían organismos asociados al cuerpo dirigente del régimen, así como empresas privadas de los campos del transporte marítimo, la alta tecnología, las telecomunicaciones, la académica y la tecnología de la información, anota el reporte.
FireEye, con sede en California, sostiene que los piratas informáticos intentaron robar información y secretos comerciales, y que el ataque cibernético se centró en la piratería de correo electrónico, el robo de documentos confidenciales y similares.
Estos ciberataques lanzados supuestamente desde China están relacionados con grandes licitaciones de infraestructura en los territorios ocupados de Palestina, como las instalaciones portuarias o las redes ferroviarias en los que participan empresas del gigante asiático, asegura un experto de la compañía estadounidense al rotativo israelí.
En los últimos meses se ha incrementado el número de ataques cibernéticos contra organizaciones y empresas israelíes. En pasado diciembre, un grupo de hackers atacó los sistemas informáticos de la empresa israelí de ciberseguridad Portnox, con cientos de clientes de alto perfil.
Es más, en agosto del año pasado, un grupo de piratas informáticos norcoreanos atacó la industria militar israelí y “robó” una larga lista de datos clasificados.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) también ha realizado ataques cibernéticos contra este régimen. Asimismo, el grupo de hackers “Anonymous” ha amenazado en varias ocasiones a Israel con algún ciberataque masivo.
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