Macri continúa sintiendo en su popularidad las consecuencias de su política. Un sondeo de la Universidad de San Andrés reveló el martes que su aceptación general pasó del 53 por ciento de octubre al 39 por ciento en enero.
Mientras tanto, la insatisfacción de la sociedad llegó al 59 por ciento, con un 27 por ciento que expresó sentirse “muy insatisfecho” y un 32 por ciento solo “insatisfecho”.
Esta caída drástica, que se produce pese a su triunfo electoral en varios distritos, incluida la provincia de Buenos Aires, se debe a las reformas aplicadas, sobre todo la previsional, que generaron una mayor resistencia en la sociedad, afectando a la imagen presidencial.
Esto se refleja en lo que piensan los argentinos de las distintas medidas que tomó el Gobierno nacional. La reforma provisional que reduce los beneficios a los jubilados acumula un 61 por ciento de rechazo y solo un 29 por ciento de apoyo.
El nivel de satisfacción con el Poder Ejecutivo encabezado por Macri experimentó una tendencia similar. En octubre se ubicaba levemente por encima del 50 % de aprobación. Ahora, ese nivel de apoyo está por debajo del 40 %. También cayó el respaldo a la Cámara de Diputados y el Senado, luego de la votación de la reforma previsional en diciembre.
Entre otros factores, la gestión de Macri no solo ha estado marcada por reformas polémicas, sino también por la represión ejercida por las fuerzas de seguridad contra las manifestaciones, dejando cientos de heridos y detenidos.
Despidos masivos de trabajadores, aumento en las tarifas de los servicios públicos y una inflación cabalgante, entre otros deterioros de la situación, han marcado los últimos dos años, después de que Macri llegara al poder.
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