Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos contra la multitud. Convocados por los sindicatos, miles de ciudadanos salieron a las calles de varias ciudades y denunciaron que el proyecto de ley concede más libertad a las empresas para extender las jornadas de trabajo y despedir empleados.
Es la última de una ola de protestas que ha perturbado gravemente el transporte aéreo y ferroviario, y generado escasez de combustible y amontonamiento de basura en las calles parisinas. Esto mientras que el país es el anfitrión de la Eurocopa de Fútbol 2016.
El economista Ernesto Mattos aborda el tema en una entrevista concedida a HispanTV desde Buenos Aires, capital de Argentina.
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