La oficina del Consejo Supremo yemení para la administración y coordinación de asuntos humanitarios y cooperación internacional en Marib condenó el viernes, mediante un comunicado, los crímenes de Arabia Saudí y sus aliados árabes en el marco de su agresión contra Yemen.
“En los últimos treses meses, los cazas saudí-estadounidenses han lanzado 1500 cohetes contra Marib”, según denuncia el comunicado.
La nota agrega que, como consecuencia de dichos ataques, una parte significativa de las infraestructuras de la provincia yemení ha quedado dañada y unas 5000 personas, desplazadas de sus hogares, se han refugiado en la ciudad capitalina de Saná y otras provincias vecinas.
El Consejo Supremo de Yemen instó a la comunidad internacional a abordar la situación de los desplazados yemeníes, advirtiendo del inicio de la estación fría y la continuación de los ataques saudíes, así como el deterioro de la situación humanitaria en Yemen.
Arabia Saudí y sus aliados bombardean indiscriminadamente Yemen desde marzo de 2015, con el apoyo de ciertos países occidentales, a fin de restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.
No obstante, las fuerzas yemeníes, respaldadas por el movimiento popular Ansarolá, han reforzado su poderío militar ante dichas agresiones.
En concreto en la provincia de Marib, las tropas yemeníes han logrado romper las líneas defensivas de mercenarios apoyados por Riad, allanando el camino para recuperar más terreno en dicha provincia.
Las fuerzas yemeníes, de igual modo, atacaron el jueves con misiles una base militar bajo el control de los mercenarios saudíes en Marib, como parte de la venganza yemení a la agresión de Riad y sus aliados a su país.
De hecho, en el marco de la represalia prometida de Yemen, las fuerzas de este país atacan los centros vitales económicos y militares de los agresores, amenazando con “causar un gran dolor” a ellos.
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