Según informa la cadena yemení Al-Masirah, citando un comunicado del Ministerio de Defensa de Yemen, las fuerzas yemeníes han terminado de fabricar un sofisticado sistema antiaéreo, cuyo objetivo es mantener la seguridad del espacio aéreo de Yemen frente a las fuerzas invasoras.
Este sistema antiaéreo, informan fuentes yemeníes, es de producción nacional y puede derribar objetivos a cientos de kilómetros de distancia. De ser cierto, las aeronaves de guerra de Arabia Saudí y sus aliados no podrán sobrevolar con tanta facilidad Yemen para perpetran ataques aéreos.
Las fuerzas yemeníes también han confirmado que este nuevo sistema antiaéreo tierra-aire ya es operacional y será desplegado en diversas zonas del territorio yemení para proteger al pueblo yemení frente a los bombardeos de las fuerzas agresoras.
No han comentado, sin embargo, si este mismo sistema de defensa aérea se utilizó para derribar dos aviones de guerra saudíes en los últimos días, pero es muy posible que sí.
El domingo, las fuerzas yemeníes derribaron con misiles tierra-aire un cazabombardero Panavia Tornado —de fabricación británica— de la Real Fuerza Aérea Saudí que sobrevolaba la provincia noroccidental de Saada.
Horas después, en la madrugada del lunes, los sistemas de defensa aérea yemeníes derribaron otro caza, en este caso un cazabombardero F-15 Strike Eagle —de fabricación estadounidense—, que iba a bombardear Saná, la capital de Yemen.
Según fuentes del Ejército de Yemen y Ansarolá en el año 2017 derribaron unos 29 aviones de combate de Arabia Saudí y de los otros países que le secundan en la agresión a Yemen. Esta guerra orquestada por los saudíes ha dejado hasta el momento un saldo de más de 10 000 yemeníes muertos.
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