El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) denunció, sobre todo, las restricciones al espacio aéreo yemení y el cierre del principal aeropuerto del país árabe en la ciudad capitalina, Saná.
El NRC junto a otras organizaciones pro-DDHH pidieron la reapertura del Aeropuerto Internacional de Saná, diciendo que el cierre de un año entorpece el flujo de ayuda humanitaria y evita que miles de pacientes viajen al extranjero para recibir tratamientos.
El director del NRC en Yemen, Mutasim Hamdan, lamentó en un comunicado que la negación del acceso a los viajes es como una “condena a muerte” para miles de yemeníes que están sufriendo de enfermedades curables.
Sin acceso a viajes comerciales seguros, los yemeníes se quedan sin alguna manera de acceder a la atención médica necesaria”, explica el comunicado del Consejo Noruego para los Refugiados.
One year after Sana’a Airport shut down, the closure has killed more Yemenis than have airstrikes. https://t.co/XiUd7CEEa8 pic.twitter.com/RehehT0AtT
— NRC (@NRC_Norway) August 9, 2017
“Sin acceso a viajes comerciales seguros, los yemeníes se quedan sin alguna manera de acceder a la atención médica necesaria”, explica el comunicado, al agregar que “el resultado es devastador. Miles de mujeres, hombres y niños que podrían haber sido salvados perdieron la vida”.
Además de imponer bloqueos contra la nación yemení, el régimen de Al Saud también está realizando indiscriminados bombardeos contra las infraestructuras y la población civil en Yemen desde marzo de 2015.
El Centro Legal para Derechos y Desarrollo yemení detalló en un informe publicado en junio que los 800 días de bombardeos saudíes contra los yemeníes han dejado 33.395 muertos y heridos, y que de la cifra total de los fallecidos, 2689 eran niños, 1942 mujeres y 7943 hombres.
Cabe mencionar que la situación general en Yemen ha causado uno de los mayores brotes de cólera en el mundo: los sospechosos son casi 420 mil, y la cifra de muertos se aproxima a 2 mil.
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