El portavoz del Ejército yemení, el general de brigada Sharaf Luqman, declaró a la agencia SABA, que el misil impactó contra una base militar en Khamis Mushait, sita en el sur del reino árabe.
Sin embargo, Arabia Saudí alega que sus fuerzas de defensa antiaérea lograron interceptar el misil, cuyo disparo atribuyen a los combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá.
De acuerdo al medio yemení, el ataque tuvo lugar después de que aviones de guerra saudíes bombardearan un objetivo en el distrito de Harf Sufyan de la provincia noroccidental de Amran, que se saldó con trece muertos, cinco de ellos paramédicos, y más de quince heridos.
Luqman dejó en claro que Yemen se reserva “el derecho a responder” a bombardeos saudíes, aunque su Ejercito está comprometido con la tregua.
Arabia Saudí bombardea Yemen en medio de nueva ronda de diálogos https://t.co/4jRiSpz0Ac pic.twitter.com/EUF9dVcCsr
— HispanTV (@Hispantv) May 6, 2016
El alto cargo militar denunció que el régimen de Riad ha lanzado más de 94 ataques aéreos desde la entrada en vigor de alto el fuego el pasado 11 de abril, matando e hiriendo a decenas de personas.
En repetidas ocasiones, los responsables de Ansarolá han advertido que los ataques aéreos saudíes tambalean las negociaciones de paz que mantienen las delegaciones de este movimiento y del fugitivo expresidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, en Kuwait. Los contactos, comenzados el pasado 21 de abril, han sido interrumpidos en más de una ocasión por choques en la mesa negociadora y sobre el terreno.
En marzo de 2015, Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen, prescindiendo del permiso de las Naciones Unidas, en un intento por eliminar de la ecuación política regional a Ansarolá y restaurar en el poder a Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
Según las estadísticas de las Naciones Unidas, esta guerra ya ha dejado más de 32.000 víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles.
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