“La violencia de un pequeño grupo de la oposición demuestra que hay una desesperación por un sector del país que creyeron que por haber ganado el Poder Legislativo podían limitar la continuidad del Poder Ejecutivo y fracasaron, y que luego se fueron al ámbito internacional para buscar la intervención del país sin ningún éxito”, señaló el jueves Isaías Rodríguez en una entrevista con la cadena local VTV.
Rodríguez hacía referencia de este modo al ambiente muy tenso que vive Venezuela en los últimos días, debido a las marchas de la derecha nacional contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, que se han saldado con la muerte de cinco personas, dos de las cuales no participaban en ninguna protesta, según medios locales.
La violencia de un pequeño grupo de la oposición demuestra que hay una desesperación por un sector del país que creyeron que por haber ganado el Poder Legislativo podían limitar la continuidad del Poder Ejecutivo y fracasaron, y que luego se fueron al ámbito internacional para buscar la intervención del país sin ningún éxito”, señala el ex fiscal general de Venezuela Isaías Rodríguez.
El también actual embajador de Venezuela en Italia tachó además de “terroristas” tales acciones violentas y las atribuyó a la intención de la oposición de “buscar una invasión que nunca va a suceder”.
A este mismo respecto, denunció que los opositores pretenden realizar un “golpe militar o crear una confusión entre la población que haga creer que existe un gran descontento en el país”.
Asimismo, tras lamentar la “mirada distinta del mundo” hacia Venezuela como producto de las “acciones violentas de estos grupos terroristas”, advirtió de que los opositores se van a “cocinar en su propia salsa, así como en la Plaza Altamira” (de Caracas, capital venezolana), donde se realizaron días antes las protestas antigubernamentales.
En las numerosas protestas callejeras que realiza la oposición —muchas de las cuales derivan en violencia— se insiste en adelantar las elecciones presidenciales previstas para diciembre de 2018.
De acuerdo con Maduro, sin embargo, el Gobierno es blanco de una guerra económica promovida por Estados Unidos, que junto con la derecha venezolana intenta derrocarlo.
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