• De izquierda a derecha: El alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, el expresidente dominicano, Leonel Fernández, el representante de la oposición y alcalde del distrito Sucre, Carlos Ocariz, el enviado del Vaticano, monseñor Claudio Maria Celli, el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper y el expresidente de Panamá, Martín Torrijos, durante una reunión entre los representantes del Gobierno venezolano y la oposición en Caracas, la capital, 12 de noviembre de 2016.
Publicada: sábado, 12 de noviembre de 2016 19:24
Actualizada: domingo, 13 de noviembre de 2016 3:38

El Gobierno venezolano sentado a la mesa de diálogo con la oposición prioriza el cese ‎del odio, la violencia y las campañas de desprestigio contra Venezuela.‎

Este sábado ha dado comienzo la tercera reunión entre los representantes del Gobierno de Venezuela y de la oposición, con el acompañamiento del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en el marco de la nueva ronda de contactos. En ella, el Ejecutivo ha presentado cuatro consideraciones sobre los puntos que deben ser abordados en las conversaciones.

La delegación gubernamental ha entregado un documento en el que se señala como necesaria “la discusión franca” sobre el cese del intervencionismo y el respeto de la soberanía nacional y del Estado de derecho.

Insistimos en que deben ser los grandes temas, aquellos que conciernen a nuestras mujeres y hombres, (…) que aspiran de los factores políticos que se alejen del cálculo y la retórica mezquina y promuevan acuerdos para el bien común”, dice el documento presentado por el Gobierno de Venezuela.

Además, en el escrito, también se mencionan otros temas de gran importancia para el diálogo, como puedan ser el cese del odio y de la violencia psicológica, racial, política y criminal y de las campañas de odio entre compatriotas, así como el cese de la guerra económica impuesta a Venezuela por medio del bloqueo económico, financiero y comercial.

El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha insistido en el cese de las campañas de desprestigio contra Venezuela, denunciándolas como “una estrategia articulada con centros internacionales”.

 

“Insistimos en que deben ser los grandes temas, aquellos que conciernen a nuestras mujeres y hombres, (…) que aspiran de los factores políticos que se alejen del cálculo y la retórica mezquina y promuevan acuerdos para el bien común”, dice el texto.

Además, en el documento se hace referencia a “la actitud y el planteamiento violento de la derecha venezolana” que, con la ayuda de la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, pretende derrocar al presidente Maduro.

El texto le recuerda a la oposición que tras la llegada del fallecido presidente Hugo Chávez, allá en 1999, Venezuela inició de manera pacífica una intensa transformación social, política y económica jamás conocida por el país en 170 años.

No obstante, el escrito lamenta que actualmente la más intransigente oposición de las élites, que ostentaron el poder por más de 100 años en el país sudamericano, ha abierto un proceso brutal de erradicación de la Revolución Chavista en Venezuela.

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