"La operación para liberar la ciudad podría convertirse en un 'pantano' en el que las tropas turcas corren el riesgo de atascarse por un período indefinido, lo que acarrearía graves consecuencias para ellos mismos", advirtió el lunes Ahmet Yavuz, general mayor retirado de las Fuerzas Armadas turcas.
De acuerdo con Yavuz, Ankara no debería lanzar una ofensiva para recuperar esta ciudad de manos del EIIL (Daesh, en árabe), puesto que el principal objetivo de la presencia de las fuerzas turcas en el norte de Siria es crear una zona segura en la frontera e impedir la formación de un Estado kurdo.
La operación para liberar la ciudad (Al-Raqa) podría convertirse en un 'pantano' en el que las tropas turcas corren el riesgo de atascarse por un período indefinido, lo que acarrearía graves consecuencias para ellos mismos", advirtió Ahmet Yavuz, general mayor retirado de las Fuerzas Armadas turcas.
La estructura demográfica y social de Al-Raqa difiere significativamente de la ciudad de Al-Bab, describió el exgeneral turco para luego señalar que esa es la razón por la que Turquía no debe atacar esa zona sino dedicarse a apoyar a las fuerzas del Gobierno sirio en la lucha contra Daesh.
Asimismo, Yavuz, también exagregado militar de la embajada de Turquía en Francia, observó que el uso de las fuerzas terrestres turcas puede conducir a graves problemas y el país debería distribuir bien sus fuerzas.
El 12 de febrero, el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que los militares turcos, que apoyan al denominado Ejército Libre de Siria (ELS), ya estaban en el centro de Al-Bab y, tras liberar esta ciudad, se dirigirían hacia Al-Raqa.
Se espera que en los próximos días las fuerzas sirias y los grupos armados y el Ejército turco lleguen a operar en el mismo frente en la ciudad de Al-Bab, por lo que hay preocupaciones considerando la hostilidad entre ambas partes.
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