Los participantes en la marcha exigieron la puesta en libertad de la alcaldesa de la urbe, Gültan Kisanak, y del vicealcalde, Firat Anli. Fue la tercera noche consecutiva de protestas, organizadas por el prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco).
Como de costumbre, los efectivos policiales utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para impedir que los manifestantes, en su mayoría activistas mujeres, se reunieran frente al ayuntamiento de la ciudad, de acuerdo con medios locales.
Si apoyaban el terrorismo, ¿por qué no se dieron antes los pasos necesarios? Turquía debió haber solucionado esto dentro del marco de la ley”, dice el presidente del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kılıçdaroğlu.
Los funcionarios fueron detenidos el pasado martes en el contexto de una investigación lanzada por la Fiscalía local por sus supuestos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), al que Ankara considera organización terrorista.
El presidente del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kılıçdaroğlu, criticó la misma jornada del viernes la detención de los coalcaldes de la localidad de Diyarbakir, capital de la provincia homónima (sureste).
“Si apoyaban el terrorismo, ¿por qué no se dieron antes los pasos necesarios? Turquía debió haber solucionado esto dentro del marco de la ley”, afirmó el político, cuyo partido alberga la esperanza de llegar al poder en Turquía, según el diario local Hurriyet.
Aun así, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan defendió que la destitución de cargos públicos de elección popular, así como de funcionarios, es parte de la purga lanzada tras la asonada militar del pasado 15 de julio.
En septiembre, las autoridades turcas nombraron nuevos cargos públicos en una veintena de localidades kurdas tras cesar a los alcaldes electos por sus presuntos nexos con los insurgentes del PKK, desatando con ello una ola de protestas en la región sur del país.
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