“Gülen sigue residiendo en Pensilvania (noreste de) Estados Unidos. Mientras él continúa viviendo aquí, no es sólo un problema para las relaciones bilaterales y la lucha contra el terrorismo global, sino también es una amenaza [que] todavía existe”, advirtió el jueves Taha Ozhan, jefe del comité de Asuntos Exteriores del Parlamento turco.
Asimismo, recordó que Turquía y EE.UU. firmaron un convenio, el cual establece que "cualquier delincuente solicitado por las autoridades de cada parte debe ser detenido primero, luego el proceso de extradición debe iniciarse legalmente".
Gülen sigue residiendo en Pensilvania (noreste de) Estados Unidos. Mientras él continúa viviendo aquí, no es sólo un problema para las relaciones bilaterales y la lucha contra el terrorismo global, sino también es una amenaza [que] todavía existe”, advirtió Taha Ozhan, jefe del comité de Asuntos Exteriores del Parlamento turco.
Ozhan encabeza una delegación turca que ha viajado a Estados Unidos a fin de persuadir a Washington para que extradite a Gülen, a quien Ankara acusa de estar detrás del fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Gülen condena las órdenes de detención
Las duras medidas que el Gobierno del país euroasiático ha tomado en contra de Gülen y sus aliados, ha provocado el rechazo del clérigo turco, quien en reiteradas ocasiones ha negado toda vinculación con el acto.
El ministro del Interior de Turquía, Efkan Ala, declaró que unas 25 mil 917 personas han sido detenidas hasta el miércoles y 74 mil pasaportes cancelados en el marco de las investigaciones sobre el mencionado golpe. Más tarde, un tribunal de Estambul emitió la primera orden de arresto por golpismo contra Gülen.
"Es bien sabido que el sistema judicial turco no goza de independencia judicial, así que esta orden de detención es otro ejemplo de la deriva del presidente Erdogan hacia el autoritarismo y de su alejamiento de la democracia", condenó Gülen en un comunicado emitido el jueves.
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