“Seis bombardeos se han llevado a cabo sobre objetivos del grupo terrorista EIIL en el curso de 14 vuelos de las aeronaves militares Sukhoi Su-34, Sukhoi Su-24M y Sukhoi Su-25”, se lee en el comunicado de prensa del Ministerio de Defensa de Rusia.
Seis bombardeos se han llevado a cabo sobre objetivos del grupo terrorista EIIL en el curso de 14 vuelos de las aeronaves militares Sukhoi Su-34, Sukhoi Su-24M y Sukhoi Su-25”, se lee en el comunicado de prensa del Ministerio de Defensa de Rusia.
Dichos ataques aéreos han tenido lugar en las provincias sirias de Idlib y Hama (noroeste), donde el jueves también las fuerzas rusas bombardearon objetivos terroristas.
Durante los ataques de la Aviación rusa, según la nota, un taller de fabricación de explosivos, una base de entrenamiento y un depósito de armas de los takfiríes quedaron completamente destruidos.
En el bombardeo ruso a la base de entrenamiento de Daesh, más de 10 equipos militares, incluidos vehículos de infantería, y un puesto de mando subterráneo han sido destruidos y varios miembros de esta banda han muerto o han resultado heridos, si bien, aún no se divulgan cifras sobre las bajas en las filas terroristas.
Los bombardeos han sido tan intensos que, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Daesh se ha visto obligado a cancelar la oración del viernes por miedo a ser blanco de los ataques rusos.
La ofensiva rusa, que comenzó el miércoles a petición —por escrito— del presidente sirio, Bashar al-Asad, tiene preocupados al régimen de Israel y Estados Unidos, que la han criticado alegando que “Rusia no tendrá éxito”.
Gran parte de esta preocupación se debe a la llegada de los avanzados sistemas antiaéreos móviles Pantsir-S1 (SA-22) rusos a Siria, aparatos que obstaculizan un futuro ataque aéreo israelí sobre las posiciones del Ejército sirio, como lo han hecho anteriormente.
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