La guerra impuesta a Siria cumplirá, este marzo, 11 años. Un conflicto inventado por el sistema imperialista, bajo el pretexto de la democracia al estilo estadounidense. Muchos relacionan la presencia ilegal de Estados Unidos en este país árabe con sus riquezas y no con la democracia. El ministro de Exteriores de Siria, Faisal al-Miqdad, denunció que Washington causa estragos en otros países para expandir su hegemonía y saquear los recursos naturales de las naciones, entre otros puntos.
El jefe de la diplomacia siria añadió que, bajo el pretexto de la democracia, Estados Unidos interfiere en los asuntos internos de Siria y construye cada vez más refinerías en la provincia rica en petróleo de Al-Hasaka. Además, la Casa Blanca ha impuesto sanciones contra Siria que, según el canciller, han socavado seriamente la economía del país y su gente.
Como ejemplo de la defectuosa democracia estadounidense, el ministro sirio recordó el asalto al Capitolio ,el 6 de enero de 2021, por los simpatizantes del republicano Donald Trump, hecho que dejó cinco muertos, y las crecientes hostilidades sin fundamento contra China.
La crisis en Siria, según organismos internacionales ha producido un gran impacto en la capacidad del pueblo sirio para materializar sus derechos fundamentales, habiendo dañado ampliamente casas, unidades médicas, escuelas y otras instalaciones.
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