En Irán, el presidente Hasan Rohani rechazó el bombardeo de la base aérea siria en Homs, con misiles Tomahawk estadounidenses, y recalcó que estas políticas sólo sirven para fortalecer el terrorismo y el extremismo. Lo mismo dijo el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, al afirmar que los ataques contra Siria son para fortalecer moral y militarmente a los terroristas activos en el país árabe.
Desde América Latina, siete países: Argentina, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay llamaron a través de un comunicado conjunto publicado por la Cancillería mexicana a evitar la escalada de tensiones internacionales por la agresión. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) también se preocupa por el cruce de palabras entre las partes involucradas en el conflicto sirio.
En Estados Unidos, hubo una sesión informativa en el Congreso para actualizar a los legisladores acerca de la decisión de atacar Siria y las magnitudes de la ofensiva. La mayoría republicana en la Cámara respalda la decisión de Trump. Pero, hay cierta incertidumbre entre los demócratas.
Estados Unidos disparó 59 misiles contra la base siria de Al-Shairat desde sus destructores en el Mediterráneo. Rusia evitó interceptar los misiles por tener en vigor acuerdos de cooperación con Estados Unidos sobre prevención de incidentes y seguridad aérea en el espacio aéreo sirio.
Ahora, Rusia ha suspendido estos memorandos y ha afirmado que responderá a las futuras amenazas que presente Washington, incluidos los potenciales ataques a los aeródromos y las unidades rusas en Siria.
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