“Está claro para cualquier analista militar que la liberación de Al-Raqa (norte de Siria) no será un paseo fácil para la coalición internacional”, ha señalado este sábado el portavoz de la Defensa rusa, el general Igor Konashenkov.
En declaraciones recogidas por la agencia oficial rusa de noticias TASS, Konashenkov ha recordado que “el verdadero éxito y la fecha de la finalización de esta operación dependerán directamente de la voluntad para coordinar las acciones con todas las fuerzas que luchan contra los terroristas en Siria.
Está claro para cualquier analista militar que la liberación de Al-Raqa (norte de Siria) no será un paseo fácil para la coalición internacional”, dijo el portavoz de la Defensa rusa, el general Igor Konashenkov.
Estos pronunciamientos se produjeron días después de que Estados Unidos desplegara por sorpresa un centenar de fuerzas especiales en las cercanías de la ciudad de Al-Tabqa, al oeste de Al-Raqa, la capital de facto del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el norte sirio, con vistas a impedir cualquier avance del Ejército sirio hacia el bastión terrorista.
Por su parte, las unidades kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Washington, han señalado que darán inicio a las ofensivas por Al-Raqa a principios de abril sin coordinación con el Ejército sirio, aunque ya han lanzado las ofensivas en las inmediaciones de esta ciudad.
El Gobierno de Damasco ya ha expresado su rechazo a estas operaciones, denunciando que sin coordinación con las autoridades del país, cualquier ataque a Daesh de EE.UU. o el Ejército turco en Al-Raqa será “ilegítimo”.
De hecho, las autoridades sirias acusan a Washington de estar buscando desmembrar el país y dañar la soberanía territorial y la unidad siria al apoderarse de Al-Raqa.
En esta misma línea, el presidente sirio, Bashar al-Asad, puso en entredicho el verdadero objetivo de EE.UU. en la referida ciudad. “¿A quién la van a entregar?”, matizó.
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