Se celebra en Ginebra nueva ronda de diálogos entre el Gobierno sirio y la oposición bajo la tutela de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta vez con una agenda acordada en la anterior ronda, que podría ser un buen punto de partida para más avances.
Las citas se dan mientras en Siria los enfrentamientos se han intensificado. En los últimos días, grupos rebeldes sirios se han unido a formaciones terroristas, como el antiguo Frente Al-Nusra (Frente Fath al-Sham) para llevar a cabo ofensivas contra el Gobierno sirio en los alrededores de Damasco (capital) y en la provincia de Hama.
Esto, según el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pone en peligro el alto el fuego acordado en las negociaciones de Astaná (capital de Kazajistán). De Mistura exige a Rusia, Irán y Turquía, los países garantes de la tregua, que no permitan que la situación se les vaya de las manos.
Los ataques en los suburbios de Damasco y Hama preocupan mucho a la delegación del Gobierno sirio, y según el jefe negociador de Damasco en las consultas, Bashar al-Yafari, pueden llevar al colapso de los diálogos.
Para la oposición, sin embargo, el tema vital de los contactos es la salida del presidente sirio, Bashar al-Asad, y el establecimiento de un Gobierno de transición.
Las discrepancias entre las partes del conflicto son muchas, pero aún así, ninguna de las partes se ha querido levantar de la mesa.
xsh/hnb