Bajo el control del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en la ciudad, las mujeres, que habitualmente usan un pañuelo que les cubre la cabeza, oídos y cuello, se vieron obligadas a usar niqab y burka, otro tipo de prenda que les cubre el cuerpo entero y sólo deja al descubierto los ojos.
Una vez liberada gran parte de la localidad de Manbiy, situada en la provincia norteña de Alepo, una gran cantidad de mujeres y niñas han salido a las calles a quemar, entre aplausos y vítores, estas prendas negras impuestas por los extremistas.
El 90 % de Manbiy ya está limpiada de Daesh, aunque, siguen los enfrentamientos para expulsar por completo a los extremistas que se encuentran en el centro de la ciudad, según responsables de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que iniciaron hace dos meses una campaña para recuperar la ciudad.
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