Los miembros de Lewa al-Anfal se rindieron al Ejército sirio en diferentes fases y, en la última etapa, se entregó su comandante, Abu Mazen al-Rafai.
Lewa al-Anfal, compuesto por 65 integrantes, se rindió a las Fuerzas Armadas sirias en el campo de refugiados palestinos en Yarmuk, en el sur de Damasco, la capital siria.
“Los miembros del grupo se rindieron al Ejército sirio en diferentes fases y, en la última etapa, se entregó su comandante, Abu Mazen al-Rafai”, explicó la fuente.
Además agregó que esas 65 personas se unirán a las tropas sirias en la localidad de Al-Ziyabiya, un suburbio en el sur de Damasco.
Desde el inicio de la crisis, en 2011, varios terroristas se han rendido ante el Ejército sirio, pero se trata de la primera vez que un grupo se desvincula del ELS para luchar junto a las tropas gubernamentales.
Mientras los soldados sirios logran cada día nuevas victorias ante el terrorismo y restablecen la seguridad en diferentes puntos del país, las divergencias internas en los grupos armados que luchan contra el Gobierno de Damasco se profundizan cada vez más.
Por otro lado, debido a la ola de crímenes perpetrados por bandas extremistas como el EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra, varios opositores armados se han dado cuenta de que lo que sucedió en 2011, en Siria, no era una revolución, sino un caos provocado por mercenarios apoyados por Estados Unidos y sus aliados regionales.
Lo mismo ha ocurrido con algunos países occidentales que, hasta ahora, no escatimaban esfuerzos para derrocar al Gobierno sirio, pero acaban de dar un giro político para acercarse al presidente Bashar al-Asad, mientras la amenaza del terrorismo cobra más fuerza en Occidente.
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