Según ha publicado este martes la agencia española de noticias Europa Press, la citada organización ha informado sobre los diez beneficios que aporta la siesta al organismo:
1. Previene las cardiopatías. La siesta ayuda a disminuir en un 37 por ciento el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
2. Reduce la tensión arterial. Un estudio del Allegheny College de Pennylvania (Estados Unidos), realizado a 85 universitarios sanos, ha demostrado que quienes duermen una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora, tras haber soportado un día de estrés y tensión psicológica, ven disminuir su presión arterial y su ritmo cardiaco.
3. Facilita el aprendizaje. Un estudio de la Universidad de Berkeley asegura que quienes duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan en un diez por ciento su capacidad de aprendizaje. El sueño, dicen, permite afrontar nuevos conocimientos y fijar los ya adquiridos.
4. Aumenta la concentración. Existen numerosos estudios que demuestran que la siesta (incluso de seis minutos) contribuye a mejorar cualquier tarea que suponga recordar listas de palabras o de objetos.
5. Estimula la creatividad. Un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown ha comprobado que la siesta aumenta la creatividad o, al menos, estimula la actividad de la zona del cerebro (el hemisferio derecho) que se asocia con esta capacidad.
6. Facilita resolver problemas. Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría de la Harvard Medical School, ha descubierto que cuando los sujetos alcanzan la fase REM del sueño (fase de gran actividad cerebral en la que soñamos), les lleva menos tiempo realizar diferentes conexiones entre ideas.
7. Mejora los reflejos. Un estudio de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés) a 747 pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34 por ciento menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.
8. Favorece la abstracción. Un organismo estadounidense ha estudiado las expresiones faciales de varios niños de 15 meses ante frases que han oído anteriormente. Los niños que durmieron la siesta aprendieron una oración y su relación con otras, mientras que el resto no reconocía las frases.
9. Fomenta la positividad. Otro estudio de Berkeley dice que los individuos que duermen la siesta y pasan por la fase REM aumentan su receptividad ante la expresión facial de felicidad, mientras que quienes no lo hacen, manifiestan más ira y miedo.
10. Mejora el estado de ánimo. La serotonina es un neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo. Y dormir inunda nuestro cerebro de serotonina, lo que nos proporciona una sensación de satisfacción y bienestar.
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