“La solución militar a la crisis en Níger puede conducir a una confrontación prolongada en ese país africano, así como a una grave desestabilización de la situación en la región del Sáhara y el Sahel”, ha apostillado este viernes el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, en un comunicado.
La nota ha llegado un día después de que los líderes de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) hayan dicho que reunirán una fuerza “de reserva” en sus esfuerzos por el retorno del presidente depuesto, Mohamed Bazoum. El bloque también aseguró seguir apostando por el diálogo.
Moscú ha expresado su apoyo a cualquier esfuerzo de la Cedeao para solucionar la crisis por medios políticos. “Seguimos observando atentamente el desarrollo de la situación en Níger”, ha subrayado.
El jueves, el Gobierno francés, un aliado clave de Bazoum, y expotencia colonial que mantiene más de 1500 fuerzas en Níger, reiteró su “pleno apoyo” a una posible intervención militar en este país africano.
El Ejército de Níger anunció a finales de julio que derrocó al presidente del país por “mala gestión”. Tras una jornada repleta de tensión interna, en la que el presidente estuvo detenido en su residencia oficial, el coronel mayor Amadou Abdramane, rodeado de otros nueve uniformados, informó de la destitución del presidente Bazoum.
El pasado 6 de agosto, venció el ultimátum dado el 30 de julio por el organismo regional de 15 Estados a la junta militar gobernante en Níger, el Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), para que se retire y devuelva el poder a Bazoum. Los golpistas, sin embargo, no dieron ni un paso para replegarse y prometieron responder a cualquier acción castrense foránea.
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