• Un cohete Falcon 9, de Space X, es lanzado a la órbita terrestre desde la plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral (Florida), en el sureste de Estados Unidos.
Publicada: martes, 11 de septiembre de 2018 15:20

Rusia acusa a Estados Unidos de ‘ejercer una presión colosal’ sobre los países de la OTAN para que se retiren de los acuerdos sobre el espacio ultraterrestre.

“EE.UU. está ejerciendo una presión colosal sobre sus socios en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y otros llamados aliados que dejan de cumplir los acuerdos alcanzados antes, incluso con nosotros”, ha dicho este martes el director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio ruso de Exteriores, Vladimir Ermakov.

Ermakov ha dado a conocer, asimismo, la preocupación que siente Moscú por los planes de algunas naciones para desplegar armamento en el espacio.

Al desarrollar su postura, ha advertido de la “gravedad de los problemas a los que se enfrenta toda la comunidad internacional”.

En línea con el aviso lanzado por Ermakov, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, ha instado esta misma jornada al mundo, a frenar las intenciones de algunos países de desplegar armas en el espacio.

EE.UU. está ejerciendo una presión colosal sobre sus socios en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y otros llamados aliados que dejan de cumplir los acuerdos alcanzados antes, incluso con nosotros”, dice el director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas del Ministerio ruso de Exteriores, Vladimir Ermakov.

 

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha insistido en que, en su estrategia nacional, el espacio es como un “campo de guerra”, al igual que la tierra, el aire y el mar.

Por tanto, le ordenó en junio al Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono), comenzar la creación de la Fuerza Espacial, que constituirá la sexta rama de las Fuerzas Armadas del país norteamericano.

De ser implementado, el plan infringiría el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre, firmado en 1967 por más de cien países, incluido el propio EE.UU., que prohíbe la militarización del espacio.

Rusia, en reacción, alertó de que está dispuesta a tomar una "fuerte" represalia si EE.UU. se retira de dicho tratado y lleva sus armas nucleares al espacio.

Washington mantiene un historial de abandonar unilateralmente los tratados internacionales que regulan las actividades militares. En 2002, el entonces presidente del país norteamericano, George W. Bush, se retiró del Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM, por sus siglas en inglés), el cual fue uno de los pilares importantes de la distensión entre el Kremlin y la Casa Blanca durante tres décadas.

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