“Por primera vez, las unidades de la policía militar participaron, en gran medida, en una operación militar e hicieron un buen trabajo”, ha destacado este martes el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, en declaraciones en una conferencia llevada a cabo vía telefónica, recogidas por la agencia estatal TASS.
A su juicio, la lucha antiterrorista de Moscú en Siria ha sido una de las tareas más importantes de las Fuerzas Armadas del país euroasiático en los años 2016 y 2017, y la retirada parcial de las tropas rusas del territorio sirio es prueba de su éxito.
“Fue una de las tareas clave llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas, incluidos nuestra Fuerza Aeroespacial, la Policía Militar, el Cuerpo de Marines, las unidades equipadas con vehículos aéreos no tripulados (drones) y la Armada”, ha detallado.
Y en tanto, ha proseguido, se probaron muchos productos rusos relacionados con el sector defensivo y militar, como los sistemas logísticos especiales para la entrega de los bienes y las armas que necesitaban las tropas rusas estacionadas en Siria.
Por primera vez, las unidades de la policía militar participaron, en gran medida, en una operación militar e hicieron un buen trabajo”, destaca el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu.
“Esto concierne particularmente a las armas de precisión, los sistemas de orientación de misiles y aviones de largo alcance”, ha afirmado el general del Ejército ruso.
De hecho, esta misma jornada, el titular castrense ruso ha informado también del inicio de la formación de una agrupación militar permanente en las bases militares rusas localizadas en Siria.
Rusia inició en septiembre de 2015 operaciones aéreas en Siria a solicitud del dignatario sirio, Bashar al-Asad, y para detener el avance de los grupos terroristas. A principios del presente mes de diciembre, Moscú dio por cumplida su misión en el país árabe.
En ya infinidad de veces, el Gobierno de Moscú ha reiterado su apoyo al legítimo Gobierno de Al-Asad en su lucha contra los terroristas, además de mantener su presencia en la base aérea de Latakia y la base naval de Tartus, ambas sitas en el oeste de Siria, para garantizar la lucha.
tas/anz/bhr/rba
