• Canciller checo, Lubomír Zaorálek.
Publicada: sábado, 13 de junio de 2015 10:10

El canciller de la República Checa, Lubomír Zaorálek, dijo el viernes que Rusia y el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) son los principales peligros de Europa.

Durante una conferencia de seguridad en la capital checa, Praga, Zaorálek denunció que Europa es incapaz de dar una respuesta adecuada a estas amenazas.

“Si Europa no aprende a responder a los problemas como uno solo, empezará a desintegrarse”, advierte Lubomír Zaorálek.

“Si Europa no aprende a responder a los problemas como uno solo, empezará a desintegrarse”, advirtió el ministro checo de Asuntos Exteriores.

A juicio de Zaorálek, los europeos podrán hacer frente a estas amenazas solamente con aplicación de un conjunto de medidas, que van desde militares y económicas hasta humanitarias.

A continuación, recalcó que ni la Unión Europea (UE) ni la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están preparadas para actuar adecuadamente ante los desafíos actuales del mundo.

“No estamos preparados para afrontar la situación actual y tampoco hemos comprendido los cambios que se han producido en el mundo”, aseveró el jefe de la Diplomacia checa.

Las transformaciones de hoy en día son tan grandes, manifestó Zaorálek para luego plantear que se debe revisar la estrategia de seguridad de Europa y debatir otra vez la estrategia de la Alianza Atlántica.

En otra parte de sus comentarios, hizo hincapié en la necesidad de reforzar las fronteras de la UE y ayudar a los inmigrantes de los países en vía de desarrollo que huyen de violencia en su país hacia Europa.

Los terroristas de Daesh

 

Sin embargo, no se trata de la primera vez que un funcionario occidental pone a Rusia en la misma categoría que Daesh: el presidente de EE.UU., Barack Obama, describió el pasado septiembre a Rusia como una amenaza a nivel mundial como EIIL y el virus Ébola.

Entonces, Moscú tachó tal declaración, que se pronunció en plena Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), como “una sarta de clichés y consignas propagandísticas”.

Las existentes tensiones entre Rusia y los países occidentales tienen su raíz en la crisis del este de Ucrania, donde se enfrenan desde el año pasado los independentistas y las fuerzas ucranianas.

El Occidente acusa a Rusia de apoyar a los independentistas en la parte oriental de Ucrania, algo que Moscú rechaza categóricamente. De cualquier modo, esta crisis sigue cobrando vidas en medio de las luchas políticas; hasta el momento más de 6400 personas han muerto, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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