"De hecho, estamos hablando no solo de los diplomáticos, sino también de los miembros de sus familias, que en total son 96 personas, niños incluidos", ha detallado este viernes la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
La funcionaria de Moscú ha lamentado que "nadie de Washington haya pensado en eso"; es decir, en que la expulsión no solo afecta a los diplomáticos sino también perjudicará a sus hijos, que serán arrancados del proceso escolar y tendrán que ir a Rusia y volver a sus estudios al cabo de poco tiempo.
De hecho, estamos hablando no solo de los diplomáticos, sino también de los miembros de sus familias, que en total son 96 personas, niños incluidos", ha precisado la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
Ayer jueves, el presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, decretó la expulsión de 35 diplomáticos rusos (considerados por Washington miembros de los servicios secretos), entre otras medidas hostiles, por presuntos ciberataques de Moscú en las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre en EE.UU.
Zajárova ha tachado de “imposible” que los diplomáticos rusos puedan abandonar al país norteamericano antes de que acabe el primer día de 2017, tal y como mandó Obama, “teniendo en cuenta que los vuelos directos de Washington a Moscú solo comienzan a partir del 2 de enero".
Por otra parte, a juicio de la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, la iniciativa de Obama es un hecho "simplemente incomprensible", ya que entre los sancionados hay funcionarios rusos que apenas han trabajado "unos dos meses" en territorio estadounidense, aunque la Casa Blanca acusa a los delegados rusos de ejecutar acciones en el año 2015 y en la primavera de 2016 para influir en los comicios a favor del republicano ganador, Donald Trump.
Por último, Zajárova ha expresado su preocupación por que la reciente hostilidad de Washington contra Moscú no sea "la última acción rara e insensata" de la actual Administración norteamericana y que planeen "complicar la vida al máximo” a los diplomáticos rusos y sus familias.
A pesar de las medidas de Obama, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dado una verdadera lección de diplomacia a EE.UU. al rechazar la ‘diplomacia de cocina’ de Obama. Putin ha destacado que su país no expulsará a ningún diplomático estadounidense, si bien se ‘reserva el derecho’ de represalia en función de la política de Trump, cuyo rumbo determinará las futuras relaciones Moscú-Washington.
bhr/mla/tas/rba
