El Consorcio ruso de Tecnologías Radioelectrónicas (KRET, por sus siglas en inglés) planea completar el desarrollo de la tecnología de acoplamiento del equipo de a bordo de la aeronave Sujoi-24 con portadores colgantes de guerra electrónica, informa este jueves la agencia de noticias Sputnik News.
De esta forma, con solo colocar una estación de guerra electrónica a bordo de un Su-34, este se convertirá en un avión de neutralización, puesto que podrá suprimir con eficacia los sistemas de radar de un enemigo, sistemas de misiles antiaéreos y, además, será capaz de ‘cegar’ los sistemas antiaéreos hostiles de alerta temprana y de control aerotransportados (AWACS, por sus siglas en inglés).
Cegar los AWACS —avión de fabricación estadounidense Boeing, cuyo diseño le permite volar a gran altura y distinguir aeronaves amigas u hostiles a cientos de kilómetros de distancia— permitirá que las tripulaciones de los reactores que integran el grupo de combate del Su-34 desaparezcan de los radares de reconocimiento de ese dispositivo.
La agencia rusa cita al representante del KRET, Vladimir Mijeev, quien asegura que el nuevo sistema es universal y puede funcionar con cualquier objetivo aéreo o terrestre sin ser detectado por radares enemigos.
No obstante, incluso sin los portadores colgantes, el Su-34 —apodado ‘el patito infernal’ por su potencia de combate y la forma de su parte delantera—, está bien equipado y se considera uno de los aviones más potentes por sus capacidades de neutralización electrónica.
El radar instalado en el Su-34 es capaz de detectar objetivos terrestres a una distancia de 250 kilómetros y blancos aéreos a una distancia de hasta 90 kilómetros. Su sistema de control de fuego mantiene 10 objetivos en la mirilla de manera simultánea, lanzando ataques contra los cuatro principales de ellos.
Otra característica espectacular del Su-34 es el radar Kopie-DL, ubicado en la parte trasera del avión, que no solo capta la amenaza emergente, sino también la neutraliza.
En la campaña rusa contra las posiciones de los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, los cazabombarderos Su-34 han intervenido en infinitas veces destruyendo sus instalaciones petroleras y causando muchas bajas en las filas de los extremistas takfiríes, incluidos altos cargo de los radicales.
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