El submarino, perteneciente a la Armada de los Países Bajos, persiguió el miércoles durante más de una hora a las naves rusas, y luego tuvo que abandonar la zona tras recibir la advertencia de la Flota rusa, anunció el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov.
Precisó que los buques rusos detectaron el submarino a una distancia de 20 kilómetros, utilizando los equipos acústicos reglamentarios y los datos facilitados por los helicópteros antisubmarinos Ka-27 PL.
Estas maniobras peligrosas y poco profesionales, realizadas cerca del grupo naval ruso, podrían provocar situaciones imprevistas con graves consecuencias”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov.
“Estas maniobras peligrosas y poco profesionales, realizadas cerca del grupo naval ruso, podrían provocar situaciones imprevistas con graves consecuencias”, dijo el portavoz castrense.
Konashenkov afirmó que la Flota del Norte rusa ha detectado con frecuencia buques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en su ruta, y recordó que el caso más reciente fue un submarino nuclear de clase Virginia, de la Alianza Atlántica, que a principios de este mes persiguió a la flotilla rusa.
El grupo naval de combate ruso, que incluye el portaaviones Almirante Kuznetsov, y el crucero de batalla de propulsión nuclear Piotr Veliki (Pedro el Grande), entre otros, entró en aguas del mar Mediterráneo el pasado 26 de octubre. La flotilla se dirige a Siria, donde está preparando un ataque a gran escala desde el Mediterráneo contra los terroristas presentes en la ciudad de Alepo (norte de Siria), según un informe del martes del portal ruso Gazeta.ru.
Tal como apostilla el informe, en el ataque —que se cree que se llevará a cabo pronto— se usarán armas sofisticadas, como misiles de crucero Kalibr, para arremeter contra las posiciones de los milicianos presentes en las afueras de la ciudad, aunque no atacará las áreas residenciales.
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