“Lo que quiere EE.UU. es un dominio militar mundial; ellos no se sienten cómodos en un mundo de contrapesos, no les gusta compartir el poder y la influencia con los demás”, ha dicho Vitali Churkin, embajador ruso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En una entrevista concedida a la cadena RT, publicada el miércoles, el funcionario asegura que EE.UU. se niega a abordar la prohibición internacional de emplazar armas en el espacio porque quiere asegurarse todas las opciones.
Lo que quiere EE.UU. es un dominio militar mundial; ellos no se sienten cómodos en un mundo de contrapesos, no les gusta compartir el poder y la influencia con los demás”, dijo Vitali Churkin, embajador ruso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 2014, durante la 69ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), se planteó un proyecto de resolución que prohibía emplazar armas en el espacio ultraterrestre. Recibió 126 votos a favor y solo EE.UU., el régimen de Israel, Ucrania y Georgia lo rechazaron.
“El emplazamiento de armas en el espacio a largo plazo podría tener un efecto desestabilizador (…) el egoísmo de Washington está obstaculizando la creación de un mundo de mayor armonía”, agrega el representante ruso.
Churkin subraya que dialogar con Washington sobre esta cuestión no es tarea fácil, ya que EE.UU. actúa, en su opinión, de modo individualista, sin prestar atención a las preocupaciones de otros países y persiguiendo sólo sus propios intereses.
“Los estadounidenses dicen en ocasiones que buscan entablar nuevas negociaciones con Rusia sobre la reducción de armas nucleares, pero es difícil hablar de eso sin tener en cuenta la posibilidad del despliegue de armas en el espacio”, señaló.
Rusia propuso hace tiempo a la comunidad internacional impedir la militarización del espacio, pero su documento no ha sido aprobado hasta la fecha, lamenta Churkin, quien enfatiza que su país seguirá trabajando junto con China para que se imponga “una prohibición internacional” al respecto.
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