• Fuerzas de la Marina rusa en una maniobra militar en el mar Báltico.
Publicada: sábado, 3 de septiembre de 2016 16:18
Actualizada: domingo, 4 de septiembre de 2016 2:34

La adhesión de Suecia a la OTAN podría empeorar el conflicto con Rusia, pues impondría un mayor despliegue ruso en la región báltica.

Según un informe realizado por la Comisión de Cooperación en Cuestiones de Defensa y Política de Seguridad de Suecia, citado por el diario The Local, esta medida no solo no resolverá los problemas de seguridad de Suecia, sino que además provocará que Rusia asiente su control militar en el Báltico “en cuestión de días".

Aunque los autores del estudio minimizan la posibilidad de una batalla directa entre Rusia y Suecia, han destacado que el ingreso de este país en la Alianza aumentaría la posibilidad de un rearme militar en la región y un conflicto armado entre Moscú y los miembros de la OTAN en el mar Báltico (Estonia, Letonia y Lituania), en el que Suecia también se vería obligada a involucrarse.       

En este caso, el primer paso de Rusia sería "instalar su sistema antimisiles en el territorio sueco, por ejemplo, en la isla de Gotland, para detener los aviones de la OTAN sobre el mar Báltico", según subraya un reporte sueco. 

En este caso, el primer paso de Rusia sería "instalar su sistema antimisiles en el territorio sueco, por ejemplo, en la isla de Gotland, para detener los aviones de la OTAN sobre el mar Báltico", subraya el reporte. 

 

Según The Local, la ministra de Asuntos Exteriores de Suecia, Margot Wallstrom, ha afirmado en un comunicado oficial que no puede hacer comentarios sobre el reporte antes de que sea presentado al Gobierno, pero asegura que "la política de seguridad de Suecia tiene que ser estable" y "contribuir a la seguridad general en el norte de Europa".

En los últimos años, en especial tras la adhesión de la Península de Crimea a Rusia en marzo de 2014, las relaciones entre el Occidente y Rusia han descendido a niveles no vistos desde la Guerra Fría, y las partes se han involucrado en una amplia disputa.

La Alianza acusa a Moscú de apoyar a las milicias del este de Ucrania, y con dicho pretexto, ha aumentado de modo significativo su presencia militar a lo largo de las fronteras de Rusia, en particular en los países bálticos y en Europa del este. 

Por su parte, Rusia rechaza la acusación y considera la expansión de la OTAN hacia sus fronteras como una amenaza a su seguridad nacional.

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