• El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov (izda.), y el secretario de Estado de Estado Unidos, John Kerry, durante una conferencia de prensa después de la reunión del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, en inglés) en Múnich (Alemania), 12 de febrero de 2016.
Publicada: sábado, 20 de febrero de 2016 18:31
Actualizada: sábado, 20 de febrero de 2016 19:25

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, en una conversación telefónica con su par estadounidense, John Kerry, ha descrito de “inadmisibles” los recientes bombardeos de Turquía en Siria.

“Lavrov apuntó a que son inadmisibles las acciones provocativas de Turquía que violan la integridad territorial (de Siria)”, ha anunciado la Cancillería rusa en un comunicado publicado este sábado.

Ambas partes han subrayado, también, la importancia de una coordinación militar en las operaciones de Moscú y de la coalición liderada por EE.UU. en Siria para poder así garantizar un alto el fuego en el país árabe.

Lavrov apuntó a que son inadmisibles las acciones provocativas de Turquía que violan la integridad territorial (de Siria)”, ha anunciado la Cancillería rusa en un comunicado.

“La elaboración de los mecanismos para cumplir las tareas fijadas requiere la coordinación en el ámbito militar”, reza la misiva del Ministerio ruso de Exteriores.

Rusia y Estados Unidos informan este sábado de que, en su reunión del viernes en Ginebra, acordaron un documento para el cese de la violencia en Siria.

Desde el 30 de septiembre de 2015, Rusia lleva a cabo operaciones militares contra los grupos terroristas presentes en Siria, incluida la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe), a petición del Gobierno del país árabe.

El presidente rotativo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Rafael Ramírez, ha hecho público este sábado que varios integrantes del organismo –EE.UU., el Reino Unido, Francia, y al menos dos países más de los 15 miembros del CSNU (Nueva Zelanda y España)– han rechazado de inmediato el proyecto de resolución presentado por Moscú, que pedía el fin de todas las acciones que atentan contra la soberanía y la integridad territorial de Siria, y que contradicen la resolución 2254 del CSNU, es decir, las operaciones militares de Turquía en Siria.

Las autoridades rusas han reaccionado ante esta decisión, asegurando que Moscú seguirá apoyando al Gobierno sirio en su lucha contra los terroristas.  

“Lamentamos que se haya rechazado”, expresa el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, y enfatiza que “Rusia continúa con su línea política consecuente para aportar asistencia y ayudar a las fuerzas armadas sirias en su ofensiva contra los terroristas”.

Rusia solicitó el pasado martes al CSNU que pusiera fin a los bombardeos injustificados de Turquía contra las posiciones de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG, por sus siglas en kurdo).

Siria, a su vez, considera que los ataques a su territorio representan una violación de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), además de servir a los intereses de los grupos terroristas que operan en la zona.

El embajador sirio ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, exigió el miércoles que Turquía rinda cuentas por los recientes bombardeos contra territorio sirio y denunció que Ankara busca una escalada de la crisis en Siria.

Tanque del Ejército de Turquía dispara cerca del paso fronterizo de Oncupinar en la ciudad turca de Kilis (sur) contra las posiciones de los kurdos en Siria, 17 de febrero de 2016.

 

Turquía, que bombardea desde el pasado 13 de febrero las zonas kurdas en el norte de Siria, amplió sus bombardeos sobre varios sectores de Alepo (norte de Siria) controlados por los kurdos sirios, a los que acusa de haber cometido el sangriento atentado de Ankara, capital turca, que dejó 28 muertos. 

Por otra parte, Arabia Saudí ha anunciado su plena disposición a participar en cualquier operación terrestre en suelo sirio. Turquía, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Catar también han apoyado la idea; no obstante, Damasco no ve en todo esto más que un pretexto para derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad.

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