A sala llena, artistas, estudiantes, sindicatos de trabajadores, políticos y ONG se dieron cita en la capital británica, Londres, para continuar una campaña que busca ponerle punto final a las negociaciones entre Washington y la Unión Europea (UE) para crear una zona de libre comercio transatlántico.
Las negociaciones de la zona de libre comercio transatlántico se han hecho casi en secreto y de de ser aprobado se convertiría en el acuerdo de libre comercio regional más grande de la historia.
El gran temor es que los derechos y poder que el acuerdo pretende otorgarle a las empresas den pie a una ola de demandas hacia los Estados europeos por parte de compañías americanas que buscan anteponer ganancias a regulaciones y derechos de los trabajadores y ciudadanos en general.
Los activistas están conscientes de que luchan contra un gigante, pero no están dispuestos a rendirse. Luego de que esta semana se firmara el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) en EE.UU. se entregó una petición con más de tres millones de firmas ante la Comisión Europea (CE) en Londres y Bruselas para ponerle punto final a las negociaciones las negociaciones del Área de Libre Comercio Transatlántico.
Los promotores del acuerdo TTIP aseguran que incentivará la economía y el empleo en Reino unido, reduciendo las barreras tarifarias entre Estados Unidos y Europa para la exportación de productos.
Pero dado que esas barreras ya son bajas, muchos temen que lo que se busca es disminuir regulaciones en materia ambiental, de salud y seguridad para abrir la puerta a empresas cuyos productos no tendrían cabida en Europa de mantenerse las regulaciones vigentes.
Claudia Navarro, Londres.
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