En la madrugada del 14 de abril, Irán llevó a cabo una operación a gran escala, denominada ‘Verdadera Promesa’, que implicó un ataque combinado con drones y misiles balísticos contra algunos objetivos militares israelíes en la profundidad de los territorios palestinos ocupados.
El operativo, que fue una respuesta a una sangrienta embestida israelí al consulado de Irán en Damasco (Siria), no fue sorpresivo, ya que las autoridades persas habían notificado a Estados Unidos, el principal aliado de Israel, sobre el día del ataque, a través de canales diplomáticos, 72 horas antes.
Varios países, incluidos Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, ayudaron a Israel a repeler el ataque iraní, y los medios hebreos se jactaron de haber logrado interceptar “el 99 %” de los drones y misiles iraníes.
EEUU tuvo una tasa de fracaso del 75 % en interceptar misiles iraníes
Sin embargo, un periodista de Galei Zahal, una red de radio operada por el ejército israelí, ha revelado que Estados Unidos sólo pudo interceptar el 25 % de los misiles iraníes. “De los ocho misiles SM-3 disparados por las fuerzas estadounidenses, sólo dos alcanzaron su objetivo. Esto constituye una tasa de fracaso del 75 %”, según el informe.
Las alegaciones de las autoridades israelíes de que el 99 % de los drones y misiles iraníes fueron derribados son totalmente falsas, ya que ello significa que sólo tres misiles balísticos iraníes alcanzaron los objetivos previstos, esto mientras que se han verificado al menos nueve impactos exitosos.
Pese a jactarse de tener un sofisticado sistema de defensa antimisiles multicapas y contar con el apoyo de aliados, el régimen de Israel no logró repeler el ataque por completo, y varios misiles impactaron el aeródromo de Nevatim, ubicado en el desierto de Néguev, entre otros objetivos militares israelíes.
Los funcionarios iraníes dijeron que la ofensiva fue “limitada” y dirigida únicamente a objetivos militares para castigar al régimen israelí por sus repetidos actos de agresión contra los intereses iraníes en la región.
Irán ha dejado claro que el ataque fue enmarcado en su derecho a “legítima defensa”, y asegurado que su respuesta a cualquier mínima agresión israelí será inmediata, severa y sorpresiva.
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