“La República Islámica disfruta de una gran cantidad de capacidades técnicas, industriales, tecnológicas, turísticas, culturales y de otro tipo, que puede emplear para la realización de los objetivos de la organización”, aseguró el lunes Hosein Amir Abdolahian durante su reunión con el secretario general de la OCS, Zhang Ming, quien se encuentra actualmente en la capital iraní, Teherán, al frente de una delegación.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní aseveró que Teherán cree que la OCS puede desempeñar un “papel importante en los nuevos acuerdos económicos y de seguridad internacional”, y agregó que “el desarrollo de la cooperación económica [entre los miembros del organismo] puede contribuir a la seguridad sostenible”.
Mientras tanto, Amir Abdolahian agradeció los esfuerzos realizados por el secretario general y la Secretaría de la OCS para facilitar la membresía de Irán en la organización.
Por su parte, Zhang indicó que estaba claro desde el principio que Irán adopta un enfoque especial con respecto a la membresía de la OCS.
“No hay duda de que la presencia de Irán [en el organismo], como uno de los países poderosos e influyentes en la región y el mundo, puede ser un paso importante hacia la realización de los objetivos de la organización y el desarrollo de las relaciones de Teherán con los Estados miembros”, afirmó el secretario general de la OCS.
Zhang expresó que espera que la próxima cumbre del bloque de Shanghái, que está programada para realizarse en La India, ayude a promover el papel de Irán dentro de la organización y desarrollar interacciones bilaterales, especialmente en los campos económico, técnico, industrial, de tránsito y energético.
“Estamos seguros de que la experiencia de Irán para hacer frente a los desafíos internacionales puede resultar muy beneficiosa para los miembros de la organización”, concluyó.
La OCS es un bloque político, de seguridad y económico fundada por China, Rusia, Uzbekistán, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán en 2001. El organismo se forja cada vez más en una herramienta importante para contrarrestar la hegemonía occidental en la región asiática y supone el mercado regional más grande del mundo.
La organización representa el 40 por ciento de la población mundial y el 28 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial.
A mediados de septiembre pasado, Irán, un miembro observador de la Organización de Cooperación de Shanghái, se convirtió oficialmente en miembro de pleno derecho de este mecanismo internacional. Un mes después, el Parlamento iraní aprobó la adhesión del país a la organización.
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