El proyecto está preparado por un grupo de diputados de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles) con ocasión del primer aniversario del martirio del teniente general Qasem Soleimani y el cuadragésimo día después del asesinato del destacado físico Mohsen Fajrizade, según han informado este jueves los medios locales.
El ‘Plan de represalias contra Estados Unidos, principal autor del asesinato del mártir Soleimani’, planificado en el marco de las demandas del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, para responder a las hostilidades de EE.UU., abarca tres agendas importantes para “expulsar a los terroristas estadounidenses de la región, apoyar la Resistencia y mantener una política exterior digna”.
“La necesidad de responder a las maldades de los terroristas estadounidenses en el país anfitrión”, la “prohibición de negociar las transacciones de armas”, “fin del asedio de Gaza y Yemen”, “la prohibición de las importaciones de bienes y servicios desde Estados Unidos”, “la prohibición de negociaciones con Estados Unidos hasta que se disculpe por abandonar el acuerdo nuclear” y “condenar el asesinato del mártir Soleimani” se encuentran entre los asuntos que incluye el plan parlamentario.
El Parlamento iraní aprobó el 1 de diciembre las líneas generales del proyecto de ley denominado “acción estratégica para levantar las sanciones” de EE.UU. en contra del país persa luego de que los legisladores iraníes emitieran un comunicado exigiendo que la República Islámica responda al asesinato del científico nuclear, Mohsen Fajrizade, en una operación terrorista registrada el 27 de noviembre en Absard, cerca de Teherán (capital iraní). Ahora, el legislativo busca responder al asesinato de Soleimani en forma adecuada.
El ayatolá Seyed Ali Jamenei advirtió recientemente que “es segura” la venganza por el asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, que el 3 de enero cayó mártir en una ofensiva terrorista, perpetrada en el aeropuerto de Bagdad, capital de Irak, por orden del presidente estadounidense, Donald Trump.
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