“Se espera que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre rápidamente en acción y adopte las medidas necesarias para responder a la preocupación internacional por la grave situación de Myanmar”, reclama Zarif en una carta dirigida este viernes al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En la misiva, centrada en el genocidio en curso contra los musulmanes en el estado occidental birmano de Rajine por parte del Ejército, Zarif advierte que, de no prestarse atención a la “violación sistemática” de los derechos básicos de los rohingyas, “el extremismo y la violencia se extenderán más allá de las fronteras de Myanmar y se convertirán en un factor de inestabilidad en toda la región”.
El ministro de Exteriores persa insta de igual modo al Gobierno birmano a “tratar los derechos de su minoría musulmana, reconocer a los rohingyas como ciudadanos de Myanmar (Birmania) y defenderlos de los actos de violencia y discriminación”.
Se espera que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre rápidamente en acción y adopte las medidas necesarias para responder a la preocupación internacional por la grave situación de Myanmar”, reclama el canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif.
Asimismo, Zarif enfatiza la necesidad de que Naipyidó garantice el “acceso sin obstáculo alguno” de los rohingyas a la ayuda humanitaria. “También es necesario que el Gobierno birmano condene a los perpetradores de tales crímenes”, añade.
En la parte final de su carta, el jefe de la Diplomacia persa manifiesta la “disposición de la República Islámica de Irán” a contribuir al desarrollo de una solución pacífica a la crisis que se vive en Myanmar y a asegurarse de que los musulmanes birmanos gocen de seguridad, siendo respetados sus derechos humanos.
En enero, Zarif envió una carta similar a Guterres, en la que manifestaba su preocupación por el creciente deterioro de la situación de los rohingyas y pedía al titular del ente que diese pasos junto al Gobierno birmano para frenar la violación de los derechos básicos de los musulmanes de Myanmar.
Las Naciones Unidas, junto con otras organizaciones, han condenado las acciones contra los musulmanes birmanos, que incluyen saqueos, violaciones y asesinatos, lo que ha empujado a 146.000 rohingyas a huir al vecino Bangladés.
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