• Una columna de humo se alza desde una aldea perteneciente a los musulmanes rohingyas en el estado de Rajine, en Myanmar, 4 de septiembre de 2017.
Publicada: jueves, 7 de septiembre de 2017 23:37

La masacre de los rohingyas en Myanmar tiene todas señales de un complot organizado antimusulmán, alerta el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).

“Los crímenes terribles de los budistas extremistas y del Ejército de Myanmar (Birmania) contra los musulmanes rohingyas (…) evidencian una trama antiislámica que si no se detiene de inmediato, dará lugar a otro genocidio importante en la historia de la humanidad”, ha precisado el CGRI en un comunicado emitido este jueves. 

El texto también ha denunciado el “dualismo de los llamados defensores de los derechos humanos frente a los dolorosos acontecimientos en varias partes del mundo” y ha subrayado que sus acciones contradictorias son “significativas”.

Las fuerzas de seguridad de Myanmar están atacando a los musulmanes rohingyas e incendiando sus aldeas desde octubre de 2016 en un intento por expulsarlos del estado occidental de Rajine. Las agresiones se han intensificado desde el 25 de agosto después de que unas personas desconocidas presuntamente llevaran a cabo ataques contra unos puestos policiales.

“La ineficaz respuesta global al genocidio de los musulmanes rohingyas, el silencio mortal de las organizaciones internacionales de derechos humanos y la falta del consenso son crímenes que muestran una enorme crisis humanitaria”, de acuerdo con el comunicado.

Los crímenes terribles de los budistas extremistas y del Ejército de Myanmar (Birmania) contra los musulmanes rohingyas (…) evidencian una trama antiislámica que si no se detiene de inmediato, dará lugar a otro genocidio importante en la historia de la humanidad”, alerta un comunicado del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).

 

El CGRI, además, ha indicado que “el desplazamiento de más de 100.000 personas y la carnicería de al menos 400 musulmanes oprimidos e indefensos de Myanmar ha provocado la indignación del mundo musulmán y aumentado la responsabilidad del Gobierno de Myanmar ante esta tragedia”. 

El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica también recuerda en su carta que apoyar a los musulmanes de Myanmar y llamar la atención del mundo sobre su difícil situación es “responsabilidad histórica e inevitable de todas las naciones y comunidades”.

Para finalizar, enfatiza su confianza en que el Gobierno iraní “activará los medios diplomáticos y utilizará las capacidades y la voluntad de la comunidad internacional y de otros países musulmanes (…) para rescatar los musulmanes rohingyas que son en su mayoría suníes”.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido de un “catástrofe humanitaria” inminente debido a la violencia en curso contra la minoría Rohingya y ha anunciado la llegada a Bangladés de un total de 146.000 refugiados que se suman a otros cientos de rohingyas que ya se encontraban en ese país.

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