“Lo que quieren EE.UU. y los países occidentales es la división de Siria en cuatro partes, Irak en tres y Yemen en al menos dos”, ha alertado el director del Centro de Estudios Estratégicos del Consejo de Discernimiento del Sistema de la República Islámica de Irán, Ali Akbar Velayati.
En su opinión, la división de los países islámicos tiene peligrosas consecuencias: la duradera guerra civil en estos países y su debilidad ante la arrogancia mundial y esta posible situación, explica el político iraní, favorecen los intereses de EE.UU. y el régimen de Israel.
Lo que quieren EE.UU. y los países occidentales es la división de Siria en cuatro partes, Irak en tres y Yemen en al menos dos”, señala el director del Centro de Estudios Estratégicos del Consejo de Discernimiento del Sistema de la República Islámica de Irán, Ali Akbar Velayati.
Además, ha manifestado que los países de la región poseen enormes fuentes por lo que potencialmente pueden considerarse una potencia, pero su división los convierte en Gobiernos ineficaces que no podrían defenderse y así prepararían el terreno para que los gobiernen los países occidentales.
A continuación, ha recalcado que el apoyo de Irán a Siria e Irak fue hecho por la petición de sus respectivos Gobiernos para impedir que se ponga en práctica los complots para dividir estos países, pues ha destacado la unión de los iraquíes ante los terroristas y la ha considerado la principal razón de sus avances en Mosul (norte de Irak), ciudad que controla el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) hace más de dos años.
En sus declaraciones, pronunciadas durante su reunión con una delegación de parlamentarios tunecinos en Teherán (capital persa), Velayati ha subrayado que los terroristas y extremistas que operan en los países de la zona son herramientas de los estadounidenses e israelíes para debilitar y partir los países musulmanes.
El también asesor del Líder de la Revolución Islámica de Irán para Asuntos Internacionales ha elogiado, asimismo, la verdadera democracia que existe actualmente en Túnez, la que ha podido evitar la ampliación del terrorismo a pesar de que este país norteafricano está rodeado por zonas controladas por los terroristas.
Por su parte, la parlamentaria tunecina, Mobarakeh al-Barahami, ha destacado el papel constructivo de Teherán en la zona y ha reconocido que Siria hubiera colapsado si Irán no desempeñaba su papel constructivo, al mismo tiempo que ha criticado las políticas destructivas de Arabia Saudí en la región, sobre todo su agresión contra Yemen y la muerte de los civiles yemeníes.
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