Mediante un comunicado emitido este viernes, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Bahram Qasemi, ha expresado las profundas condolencias del pueblo y el Gobierno de la República Islámica de Irán a familiares de las víctimas del atentado contra el mausoleo Seyed Mohamad bin Ali al-Hadi.
Irán, según la nota, tacha de “vergonzoso” atacar los recintos sagrados y religiosos y a sus peregrinos y enfatiza la unidad global para luchar de manera efectiva contra el terrorismo takfirí y su locura.
Esta madrugada, 35 personas murieron y otras 60 resultaron heridas en un ataque suicida en un mausoleo chií en Balad, a unos 93 kilómetros al norte de Bagdad (la capital). El grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) ha reivindicado la autoría de este atentado sangriento.
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