El jefe de la Diplomacia persa que formulaba estas declaraciones en la sesión de este viernes de la 52ª Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, en inglés), que se celebra en la misma sureña ciudad alemana para discutir las crisis en curso y los futuros desafíos a la seguridad internacional, ha enviado un mensaje simple: "Tenemos que trabajar juntos".
Estamos dispuestos a trabajar con Arabia Saudí. Ambos países han compartido intereses en Siria. Irán y Arabia Saudí no pueden excluirse uno al otro de la región”, ha subrayado el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
“Estamos dispuestos a trabajar con Arabia Saudí. Ambos países han compartido intereses en Siria. Irán y Arabia Saudí no pueden excluirse uno al otro de (los asuntos de) la región”, ha subrayado Zarif, lamentando la tensa situación que ha creado Riad por cortar sus vínculos diplomáticos y comerciales con Teherán a principios de este año en curso.
Arabia Saudí cortó sus vínculos con Irán pretextando las críticas de Teherán a la ejecución de un importante líder opositor, el sheij chií Nimr Baqer al-Nimr, y el asalto a sus legaciones diplomáticas en el país persa. Desde entonces Irán en reiteradas ocasiones ha extendido una mano de amistad hacia Riad, invitándole a cooperar por el bien de la región.
Para el diplomático persa, el reciente acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), es el mejor ejemplo de la victoria de la diplomacia en la historia contemporánea y muestra cómo profundos problemas pueden resolverse mediante el diálogo.
"Tenemos una oportunidad común, desafíos comunes, amenazas comunes" en la región, ha afirmado Zarif, agregando que es el momento de “dejar de lado el pasado” y “redefinir los problemas del Oriente Medio para poder resolverlos”.
En cuanto a Siria, Zarif ha vuelto a pedir a todos los países, en particular a los que con sus “ilusiones crearon varios años del sufrimiento, el derramamiento de sangre y el desplazamiento para la nación siria”, que se comprometan con una “solución lógica”.
Ha recalcado, asimismo, que la seguridad no se logra mediante la inseguridad de otros países y recuerda que grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra (filial de Al-Qaeda en Siria), constituyen una amenaza para “nuestros hermanos en Arabia Saudí y otros países”.
El flagelo del terrorismo, ha advertido, es un desafío también para el Occidente, no sólo por la crisis de refugiados sino por el posible regreso de los terroristas extranjeros, actualmente en Siria e Irak, a sus países de origen en Europa y EE.UU.
Ha subrayado que el "juego de suma cero" ya no funciona en el mundo actual y ha insistido en que los países pese a sus posturas diferentes ante los asuntos regionales y mundiales, deben unirse para eliminar las amenazas comunes.
La Conferencia de Seguridad de Múnich ha comenzado este viernes y concluirá el domingo. El evento centra cada año su atención en un problema de seguridad de alcance internacional, con la presencia de mandatarios de alto rango en política exterior y seguridad, activistas y representantes de la sociedad civil.
ftm/ncl/rba