“La tragedia en Mina es un caso (…) abierto y seguirá abierto hasta llegar a una conclusión definitiva y esclarecer todas sus dimensiones”, declaró el martes Zarif ante la prensa.
La Cancillería iraní, añade, persigue el caso a nivel bilateral y en las organizaciones internacionales.
Más de 460 peregrinos iraníes, según las cifras oficiales del país persa, murieron en la estampida ocurrida el pasado 24 de septiembre en Mina, una localidad cerca de La Meca, durante los rituales religiosos del Hach.
Según denuncian varios altos cargos iraníes, la tragedia fue, en realidad, un “crimen”, “no solo cuestión de incompetencia”.
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