La jefa de la misión diplomática estadounidense, Lisa Kenna, se reunió el jueves con la presidenta y el vicepresidente de la Junta Nacional de Justicia de Perú, Imelda Tumialán y Aldo Vásquez, respectivamente, así como los miembros titulares del pleno de este organismo.
Tanto la JNJ como la diplomática estadounidense afirmaron, en sus cuentas de la red social X, que trataron en la cita “prioridades claves de EE.UU. y Perú, incluido el valor de la independencia judicial, el Estado de derecho y la transparencia”.
Sin embargo, la reunión generó mucha polémica y críticas entre la izquierda peruana, que ha denunciado en muchas ocasiones la flagrante injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de la nación andina y su apoyo a al Ejecutivo de la presidenta de facto Dina Boluarte.
Uno de los primeros en pronunciarse fue Vladímir Cerrón, líder y fundador de Perú Libre —el partido del presidente depuesto Pedro Castillo—, quien censuró la “injerencia” de Washington. “La CIA [Agencia Central de Inteligencia, por su sigla en inglés, de EE.UU.] conduciendo la JNJ”, aseveró.
El encuentro fue criticado también por el politólogo y excandidato al Congreso de la República, Arturo Ayala del Río, quien tildó de “inaceptable la injerencia estadounidense en la política y la justicia peruanas”. “Si cualquier otra embajada tuviera una agenda tan directa sobre nuestra institucionalidad sería un escándalo, como se trata de los gringos todos los medios aplauden”, censuró.
Por su parte,Anahí Durand , exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, arremetió contra el “arremetió contra el gran nivel de colonialismo al que” Estados Unidos ha sometido a la nación peruana.
Lisa Kenna, quien está a punto de culminar sus funciones, ha tenido intensas reuniones en las últimas semanas con las autoridades de alto rango del país sudamericano. Se reunió con Cancillería, Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa, luego Fiscalía, ahora la JNJ. “¿Ustedes creen que las altas autoridades de Estados Unidos despachan así con el embajador peruano?”, interrogó Durand.
A principios de este mes en curso, la embajadora estadounidense arribó al Parlamento peruano para conversar con el legislador Alejandro Soto Reyes, quien tenía pocos días en el cargo de presidente del Congreso.
El papel de EE.UU. en el golpe de Estado blando que depuso en diciembre de 2022 al presidente electo Pedro Castillo sigue siendo criticado por la izquierda peruana.
Washington se movió de inmediato para apoyar el régimen instalado por el golpe y avanzó hacia la reapertura de la privatización extranjera de las minas de cobre y litio de Perú, algo que Castillo buscaba nacionalizar.
El gobierno de facto de Boluarte también ha sido criticado ampliamente por la oposición debido a su polémica decisión de autorizar el ingreso de 1172 militares estadounidenses al territorio peruano, bajo la excusa de realizar entrenamientos conjuntos con las Fuerzas Armadas peruanas y la Policía Nacional, acusadas de reprimir violentamente las protestas antigubernamentales.
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