Los manifestantes, incluidos familiares de víctimas del gobierno de Fujimori (1990-2000) se reunieron en la céntrica Plaza San Martín de Lima cuatro días después de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski le otorgara el perdón al exjefe de Estado invocando razones humanitarias mientras cumplía una condena de 25 años de prisión por crímenes contra la humanidad.
Los asistentes al acto exigieron anular el indulto para que Fujimori, de 79 años, cumpla la integridad de la condena emitida en 2009 por su responsabilidad en los delitos de asesinato con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves, tras ser hallado culpable intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992.
Este indulto es una burla para nosotros”, manifestó en la marcha Indira Huilca, hija de un sindicalista asesinado durante el periodo gubernamental de Alberto Fujimori.
Denunciaron, asimismo, que el indulto es un pacto político entre Kuczynski y Fujimori para que el primero pueda seguir gobernando a cambio de la libertad del segundo.
La decisión presidencial ha generado una serie de protestas en las que denuncian que Kuzcynski —cuestionado por su supuesta implicación en el caso de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht—, había logrado la abstención de los “fujimoristas” con la promesa del indulto.
“Este indulto es una burla para nosotros”, dijo en la marcha Indira Huilca, hija de un sindicalista asesinado por el Grupo Colina, un escuadrón de la muerte integrado por militares que operó al amparo del gobierno de Fujimori.
Durante la marcha organizada, unos manifestantes escenificaron a un Fujimori con ropa de enfermo parado sobre una cama y rodeado de enfermeras, mientras otros llevaban máscaras de Kuczynski y del expresidente.
krd/ktg/tas
