El Gobierno peruano tomó esta decisión en protesta por las pruebas nucleares norcoreanas, la última de las cuales tuvo lugar el pasado 3 de septiembre, informó la Cancillería en un comunicado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Perú asevera que la medida ha sido adoptada teniendo en cuenta que Pyongyang viola de forma reiterativa y flagrante las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) ignorando a la comunidad internacional.
Advierte, asimismo, que “esa política constituye una seria e inaceptable amenaza a la paz y seguridad internacional, así como a la estabilidad en el noreste de Asia y en el mundo”.
Esa política (norcoreana) constituye una seria e inaceptable amenaza a la paz y seguridad internacional, así como a la estabilidad en el noreste de Asia y en el mundo”, considera la Cancillería de Perú, en un comunicado.
La Cancillería peruana reafirma su posición a favor de la desnuclearización de la península de Corea y recuerda que, en marzo pasado, dispuso la reducción del número de funcionarios diplomáticos de la embajada de Corea del Norte en Lima de seis a tres, por las mismas razones expuestas.
La decisión del país andino se produce cuatro días después de que México expulsara al embajador norcoreano del suelo azteca. Ambas decisiones ocurren luego que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, recomendara a Brasil, México, Chile y Perú romper vínculos con Corea del Norte, en declaraciones hechas en Santiago el 16 de agosto pasado.
El CSNU ha aprobado este lunes por unanimidad una nueva resolución de sanciones contra Pyongyang que prohíbe las exportaciones textiles y restringe los envíos de derivados del petróleo a Corea del Norte.
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