El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal, declaró en un comunicado el domingo que más de 150 civiles han muerto y casi 500 están desaparecidos después de que los soldados israelíes se retiraran de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
The Civil Defense Service in the Gaza Strip says nearly 2,000 Palestinians are reported missing in various areas of the coastal territory following the withdrawal of Israeli military forces from those regions. https://t.co/kniK9NVDaM
— Karimi-Langroodi (@langroodi) April 21, 2024
Asimismo, al recalacar que el ejército israelí entierra decenas de cadáveres utilizando excavadoras antes de retirarse de cualquier zona de la Franja de Gaza, agregó que la mayoría de los cadáveres son mujeres y niños.
Civil Defense spokesman Mahmoud Basal said that the bodies of 190 martyrs were recovered from a mass grave in the Nasser Medical Complex in the city of Khan Yunis.
— Abdelrahman Said (@Abdelra44382653) April 21, 2024
Basal added that the bodies of the martyrs belong to Palestinians of different groups and ages, who were killed by pic.twitter.com/L4CMuzQR20
El vocero describió las acciones del ejército israelí como una limpieza étnica de los habitantes de Gaza, diciendo que el ejército desnudó a los ciudadanos antes de matarlos, precisando que muchos de los cuerpos fueron enterrados “de forma anónima”, hasta las fuerzas israelíes utilizaron armas previamente desconocidas mientras los cuerpos “se vaporizaban y se convertían en cenizas”.
Poco más de una semana desde la retirada del ejército israelí del hospital Al-Shifa en Gaza, los medios palestinos informaron que al menos 381 cuerpos fueron hallados en los alrededores del centro.
El Servicio de Defensa Civil de la Franja de Gaza anunció el viernes que los hospitales del blqoueado encalve palestino han registrado cientos de casos de enfermedades respiratorias causadas por personas que encienden fuegos para cocinar alimentos, a medida que empeora la crisis del gas para cocinar en la región.
“La continua prevención por parte de la ocupación israelí de la entrada de gas para cocinar en la Franja de Gaza, especialmente en la ciudad de Gaza y el norte de la Franja, amenaza con una nueva crisis humanitaria y de salud a la luz de la agresión en curso contra nuestro pueblo”, constata la declaración.
Al respecto, señaló también que, desde hace muchos meses, los ciudadanos dependen de medios alternativos y primitivos para encender fuegos con leña y carbón vegetal, lo que ha provocado que muchos padezcan enfermedades respiratorias debido al uso de plásticos y materiales químicos para encender los incendios, que emiten gases tóxicos.
La declaración advirtió sobre el empeoramiento de la crisis alimentaria y el peligro que representa para las vidas de los residentes que han sufrido condiciones catastróficas desde la invasión israelí en octubre pasado y pidió a la comunidad internacional que presione al régimen de ocupación israelí para que permita el acceso al gas para cocinar.
Israel lanzó su atroz ataque contra la Franja de Gaza, apuntando a hospitales, residencias y lugares de culto desde que el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) lanzó un ataque sorpresa, denominado operación Tormenta de Al-Aqsa, contra el régimen usurpador el 7 de octubre.
Más de 34 000 palestinos han muerto, la mayoría de ellos mujeres y niños, y unos 77 000 personas han resultado heridas. Más de 1,7 millones de personas también han sido desplazadas internamente durante la guerra.
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