Los habitantes de la ciudad de Ramalá, en el norte de la ocupada Cisjordania, se congregaron para solidarizarse con los gazatíes, luego de que Mazen Fuqaha, el comandante de las Brigadas de Ezzedin al-Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), fuera asesinado el viernes por la tarde en la puerta de su casa.
HAMAS ha responsabilizado al régimen de Israel y a sus colaboradores por la muerte de su dirigente.
Las autoridades israelíes impidieron que los presos palestinos en la prisión israelí de Ktziot, en el desierto de Négev, celebraran una ceremonia en honor a Fuqaha.
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